Estimadas compañeras, estimados compañeros:
En nuestro país es necesaria una alternativa de izquierdas, capaz de impulsar un nuevo proyecto de Estado, de gobierno y de sociedad puestos al servicio de la mayoría social. Capaz de enfrentarse a la derecha y también de ofrecer, con perfil propio, una alternativa en el terreno político, económico, social y cultural: “construir la alternativa y regenerar la política”, como decía Julio Anguita.
Es necesario el cambio en Izquierda Unida. Entre todas y todos hemos de transformar esta organización para que recupere su fuerza social y electoral. Creemos necesario que Izquierda Unida se presente como una alternativa de izquierdas a la crisis social y ecológica actual. Y que esta alternativa se base en una apuesta radical por la participación de nuestra militancia que genere confianza en la organización.
Hemos de luchar por un modelo anti-capitalista que se enfrente al actual sistema que se basa en la explotación del trabajo y la naturaleza. Haciendo nuestras las palabras de Rosanna Rosanda, “la izquierda o es anti-capitalista o no es izquierda”. Una IU que luche por la democracia participativa, por abrir el poder a la participación directa en el ámbito de lo económico, lo político y lo cultural. Democratizar el Estado significa una apuesta radical por la República Federal. Una federalidad basada en la solidaridad y la libre adhesión de los pueblos. Un programa que apueste por la igualdad de género, dentro y fuera de la organización. Para esto debemos incorporar la igualdad de la mujer en todas nuestras propuestas política, pues todos los problemas sociales tienen un componente de género.
Esta propuesta política necesita de nuestra gente y su protagonismo, de la cohesión de nuestra organización, para recuperar y aumentar nuestra influencia social. No hay atajaos: la recuperación social y electoral de Izquierda Unida sólo vendrá como resultado de la recuperación organizativa. Es imprescindible aumentar la participación de la militancia, potenciar los mecanismos de control democráticos y los órganos de dirección, aplicar la democracia participativa dentro de nuestra organización. Izquierda Unida
ha resistido al bipartidismo gracias a una militancia de oro: los militantes de base, los cargos municipales y autonómicos, los militantes que trabajan en los movimientos sociales y en el movimiento obrero.
Esta es una candidatura desde Izquierda Unida y para Izquierda Unida, colectiva y plural, que pretende superar, desde el debate y el consenso, la actual división de IU; y por eso ha recibido apoyos plurales de destacados militantes de distintas procedencias: militantes independientes, miembros de Espacio Alternativo, ecologistas de izquierdas, feministas, comunistas del PCE, y fuera de él, y de la UJCE. Una candidatura que apuesta por la unidad y por la necesidad de Izquierda Unida, frente a los que pretenden diluirnos en otras opciones electorales, de los que en definitiva han renunciado a una opción política
que defienda la transformación social.
“La esperanza vence al miedo”: Los y las militantes de Izquierda Unida, nunca han temido al cambio necesario para construir una fuerza política capaz de afrontar los retos y las dificultades que nos impone el sistema.
Por todo esto, desde la lealtad a Izquierda Unida y el respeto a la otra candidatura, solicitamos vuestro voto por el cambio en IU, por la recuperación de su fuerza social y electoral, por la recuperación de su perfil propio, su programa alternativo y por una apuesta completa por la participación y movilización de nuestra militancia, nuestro único activo político y social.
Un saludo afectuoso,
Marga Sanz
divendres, 26 d’octubre del 2007
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